lunes, septiembre 11, 2006

Buscamos gente como tú

Ya que estoy por el tema de la comida rápida aprovecho de comentar algo acerca del flagelo a la sociedad que representan sus empleados. Yo no sé si es un requisito ser incapaz de funcionar como una persona normal o algo así para ser parte de la gran familia McDonald's pero ciertamente da esa impresión.

Digo McDonald's porque es la bandera de los restaurantes de comida rápida, pero aplica también para Burger King, Wendy's, Subway, Pizza Hut y afines. En todos la más simple instrucción puede provocar un desbalance interno del empleado que conlleva a largos minutos de espera mientras la instrucción se asienta en la persona.

A veces cuando voy, pienso en dármelas de inteligente y decir de entrada toda mi orden con las respuestas a las preguntas que el cajero me va a hacer, tipo: Un Whopper Doble con queso y tocineta...grande y coca cola. En ese preciso instante el hamster que da vueltas en el cerebro del cajero cae fulminado y tengo que repetir nuevamente, letra a letra, item por item lo que conforma mi orden.

Una vez me pasó en Cinex que intenté pedir 3 refrescos, uno grande y dos medianos más dos nesteas y fue basicamente el fin del universo. La mujer se quedaba con los ojos en blanco tratando de sacar la cuenta en su cabeza pero no podía vislumbrar como podría funcionar eso y no se movía, sólo repetía la orden con todas las combinaciones posibles de los 3 refrescos y 2 nesteas posibles, excepto por la correcta.

Lo peor es intentar pedir algo fuera del estándar, ya sea algún ingrediente más o menos , no pedir el combo o que simplemente te lo den para llevar, cualquiera de esas cosas representa un cambio en la norma y los cambios en la norma son malos y acaban con el sistema.

Pero hay algunos a los que ser idiotas profesionales no les basta, también tienen las bolas de tratarte mal, con cara de culo y de mala gana y cuidado si se equivocan tomando tu pedido porque obviamente es culpa tuya por no usar títeres y dibujos en tu explicación de lo que querías ordenar sin olvidar que si reclamas es probable que te aderecen la hamburguesa con su saliva.

Finalmente no culpo sólo a esos seres a los que el aceite donde fríen las papas les ha freído el cerebro, también es culpa de las compañías que estoy seguro promueven la homogeneidad de pensamiento y además atrofian el cerebro con vainas de autoayuda como poner en los espejos la frase: nuestro mejor empleado.

Con todo hay muchos que al menos su trabajo de hacer hamburguesas lo hacen bien y sino pues siempre puedes reclamar y tratarlos como te de la gana como en la película esa de Harrison Ford de los Amish.

5 comentarios:

Patricia Manynally R.R. dijo...
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Patricia Manynally R.R. dijo...
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luis1210 dijo...

Yo hablo desde mi experiencia como consumidor asiduo a estos establecimientos y de las experiencias que comparto con mis amigos, pero no sé, capaz en méxico los adiestran mejor, el asunto de los sueldos es relativo porque el cliente no tiene la culpa de lo que le paguen al empleado por tanto no deberían desquitarse con uno.

Patricia Manynally R.R. dijo...
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Unknown dijo...

Espero que no me suprimas el comentario :S

La cosa es simple: NO HAY QUE IR MAS A ESOS LUGARES.

Por estas zonas del fin del mundo Mc Donalds se convirtio en una suerte de reducto para oficinistas al medio día y madres que no saben cómo controlar a sus hijos sin el pelotero.
El resto del público, entre los que me invluyo, es historia.
¿Qué sentido tiene pagar por una hamburguesa de lombriz y unas papas de dudosa confección lo mismo que me sale un bife con acompañamiento en otro lado?

No voy más y listo. La comida hace mal, la atención deprime y la variedad es patética.

Así fue que Pizza Hut, Wendys y muchos otros se fueron del país, la gente simplemente dejó de ir.

Es tu turno, gram M de Mierda!!

besitos