miércoles, julio 13, 2005

Dos conciertos

Hace relativamente poco tuve oportunidad de asistir a dos conciertos relativamente distintos entre ambos y desde perspectivas totalmente diferentes, en ambos caso disfruté tremendamente la experiencia. El primer concierto fue para celebrar los 75 años de la Orquesta Sinfónica Venezuela (que siempre pensé su nombre era Orquesta Sinfónica de Venezuela, pero no, es sin el de) y el segundo concierto fue de la reliquia del rock argentino Charly García.
En el concierto de la Sinfónica estuve por cuestiones de trabajo ya que la empresa donde trabajo estaba patrocinando el evento y fue genial porque pude participar de otras actividades aparte del concierto en sí, asistí a las reuniones donde se planeó buena parte de lo que iba a ser el concierto y compartir con el presidente de la orquesta que es un señor altamente agradable, culto e inteligente, además de uno de los directivos que también cumple con esas características, también fui a la rueda de prensa del concierto y a los ensayos, bastante estresante todas esas cosas, finalmente fueron los conciertos uno en la mañana para los niños y otro en la noche para el público en general, particularmente me gustó más el de la mañana, tuvo mucho más sentimiento, los niños del público estuvieron lindos, en especial hubo un momento que confieso me hizo llorar, el director de la orquesta subió a un niño con síndrome de down a dirigir la orquesta durante el Alma Llanera y luego a un niño chiquitico que se puso a llorar mientras tocaban "En Venezuela", el director luego nos contó que el niño lloró porque estaba muy feliz, yo estaba atrás con los técnicos y a todos o se les aguaron los ojos o se pusieron a llorar, el de la noche estuvo bueno también, fue en particular emocionante escuchar a la Sinfónica y a un grupo de tambores tocar "Viva Venezuela", probando que la música es música, nada de divisiones inventadas y sin sentido alguno, la música es un sentimiento y eleva nuestro espíritu, no importa de qué tipo sea, si te mueve es lo que cuenta.
Unas dos semanas más tarde fue el concierto de Charly, ¿qué puedo decir de ese concierto? creo que en primer lugar fue un mal concierto sin embargo fue un buen espectáculo, primero empezó tardísimo el concierto, bueno con una hora de retraso pero que ladilla esperar, en especial porque yo apenas me sabré 4 o 5 canciones, fui a verlo más por ver a una leyenda que por otra cosa, luego cuando al fin salió fue arrecho, es más alto de lo que creía, salió con una chaqueta y usando unas mallas que lo hacían ver más flaco y alargado de lo que es, la gente de pie aplaudiendo, una vibración extraña surgía y ya sabía entonces que lo que venía era bueno, empezó con Yendo de la Cama al Living y realmente fue lo máximo, siguió el concierto bien, hasta que Charly empezó a tener problemas personales con la silla, supongo la silla le habló y lo insultó, primero la lanzó al escenario y se la cambiaron, hubo que cambiársela como 3 veces y en el interín humilló muchas veces al de sonido, que fue cómico, obviamente en esa movedera de los cables el audio del concierto se dañó por completo y el muy malcriado se fue del escenario dos veces, lo cuál hubiese sido un poco menos injuriante sino hubiese sido mientras cantaba los dinosaurios y nos siguen pegando abajo...finalmente se largó luego de un potpourrí que hubiese terminado bien de no ser porque de la última hora de concierto se pasó media afuera del escenario, en fin, Charly está ya cuesta abajo y ciertamente toca como un animal(en el buen sentido) es impresionante verlo, su manejo de los teclados, el piano y del resto de músicos que lo acompaña, vale la pena calarse sus niñerías de viejo, por otra parte lo bueno fue que pude verlo todo así y darme cuenta que rock, música acádemica o lo que sea no es sino lo mismo, lo importante es su espíritu.

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