jueves, febrero 24, 2005

Mar Adentro

Hoy mis tíos tuvieron la gentileza de invitarme al cine a ver la película nueva de Aménabar, yo entré con expectativas divididas, por un lado sé que este director es excelente pero por otro sabía que se trataba acerca de la eutanasia y aunque pienso que esa es una decisión de cada quién me molesta que me prediquen a favor de algo y mucho más me molesta ver un panfleto en el cine, ya me habían recomendado la película pero no me imaginé que fuese tan pero tan excelente, no es fácil manejar un tema así y sin embargo los diálogos y las imágenes aparecen en la pantalla de manera fluída, llevar a cabo la visión de alguien que quiere morir siempre trae consigo polémica y discusiones al respecto, en la película al menos podemos ver diversos puntos de vista, pero creo que lo esencial es no juzgar a nadie en esa condición pues cada quién reacciona de manera distinta, yo creo que es tan valiente el tetrapléjico que quiere vivir como el que quiere morir de una manera digna, en este caso admiré la valentía de Ramón, tenía una familia que lo amaba y gente que también lo amaba, no creía en el más allá y aún así decidió que su vida no podía seguir de esa manera indefinidamente viendo la vida a través de la ventana, lo bueno es que Aménabar logró mezclar el humor negro con el tema de la eutanasia, creo que era la única manera de tolerar la película por demás dramática, creo que la primera lágrima salió sin más cuando al principio explica que una distancia de dos metros es sencillamente imposible para él, también creo que al final le dio un pequeño toque panfletario pero se le perdona, yo creo que la película me dejó dos grandes interrogantes, la primera es: ¿La vida es un derecho o un deber? es decir, tengo que vivir aunque no quiera o es mi decisión y la segunda pregunta que viene conectada a esta es ¿ A quién pertenece mi vida? ¿le pertenece acaso a la sociedad?, ¿es ella quién puede decir si debo o no vivir?, o ¿ es de los Dioses, y por consiguiente no podría quitarmela pues sería una ofensa para ellos? ¿ o tal vez de la familia pues es la misma sangre? por un lado a veces pienso que tal vez el suicido en cualquiera de sus vertientes es un mecanismo de autorregulación social, otra veces pienso que el suicidio es para personas egoístas pues no piensan en el dolor de las otras personas pero luego digo: nadie se para a considerar el dolor del suicida, incluso en casos de eutanasia en que la otra persona lo único que hace es sufrir, los sobrevivientes no quieren dejar ir por el dolor que esos les causa y es perfectamente comprensible y vienen de nuevo todos los argumentos a mi cabeza, en última instancia creo que cada quién tiene derecho sobre su vida y sobre como afecta a los demás con sus decisiones...como dice Ramón(por cierto que actuación la de Bardem) la vida debe ser un derecho y no una obligación...que tema tan complicado(eso lo digo yo)...

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