martes, julio 26, 2011

Harry Potter y el Balance de la Saga

Corría el año 2001, tenía 19 años y estaba en mitad de la carrera, las Torres Gemelas todavía estaban en pie y Bush jr. también, el PlayStation 2 era casi nuevo y los SMS causaban furor. En los medios venezolanos reseñaban tímidamente  el éxito mundial de una serie de libros para niños y adolescentes llamada "Harry Potter", apenas con un espacito reservado en las librerías. En esa época y con todos los prejuicios posibles empecé a leer Harry Potter, no habían pasado 20 páginas cuando ya estaba encantado con el universo de magos y muggles de J.K. Rowling.






Ahora es 2011, ya no tengo 19 sino 29, lejos de casa y terminando un master, en el interín en EEUU eligieron a un presidente negro, se murió el Papa y los Smartphones causan furor. Y este mes llegó a su fin Harry Potter luego de 7 libros, 8 películas y una cantidad de dinero producida que haría sonrojar a McPato, sin mencionar las horas invertidas que me llevan ahora a hacer una balance de lo bueno y malo de la saga como un todo.

Lo Bueno:

1) Convirtió en lectores a niños y adolescentes

Leer es cuestión de hábito y no es un hábito fácil de crear, yo tuve la suerte de formarme en una familia donde todos leen como mínimo Estampas, sin embargo creciendo mis únicas opciones literarias eran leer libros como "La Isla del Tesoro" o las "Fábulas de Esopo", que están bien pero no son precisamente modernas. Harry Potter y la Piedra Filosofal (el primero de la serie) es un libro fácil de leer, entretenido, relativamente moderno y a pesar de lo que puedan decir algunos críticos-de-todo no es un libro tonto con moralejas tontas.  Como añadido, ayudó a crear un mercado de lectura dedicado a ese target, que ahora cuenta con una gama amplia de opciones, algunas buenas y otras no, pero opciones al fin.



2) Contribuyó a la explosión del género fantasía/ciencia ficción

Los géneros de Ciencia Ficción y Fantasía por mucho tiempo han sido marginados tanto por las audiencias como por los "intelectuales" del cine y la literatura. Cuando pienso en literatura fantástica me viene a la mente el solitario anaquel en las librerías Tecniciencia donde se apilaban casi con vergüenza los libros de Tolkien y Asimov con sus ediciones horribles. Ahora, gracias a películas como "The Matrix", "Spiderman", la nueva trilogía de "Star Wars" y las películas de "Harry Potter" y "El Señor de los Anillos", el género se volvió mainstream,  y es tomado en serio finalmente.

3) Nos enseñó acerca de las adaptaciones en el cine

Antes de Harry Potter era muy raro ir a ver una película y que una parte considerable de la audiencia hubiese leído el libro antes. Al finalizar la primera película era común escuchar en la salida del cine, pero "eso no pasa así" o "Harry tiene los ojos verdes, no azules". En los diez años que duró la serie en el cine pudimos ver a los escritores y directores retorcerse para buscar el balance entre complacer a los fans y hacer una película con sentido. Las dos primeras películas sufren de querer parecerse mucho al libro y son francamente aburridas por ello, de la tercera en adelante van entiendendo más, quizás influenciados por las adaptaciones del "Señor de los Anillos" de Peter Jackson, donde se corta lo menos importante y se habla más el lenguaje del cine.


4) Personajes bien construidos

Aunque los malos de Harry Potter son bastante planos, los buenos por su parte no lo son tanto, cada personaje de los buenos tiene sus momentos de duda, de rabia y de soberbia, es un grupo que no está cohesionado y están unidos sólo en que quieren destruir a Voldemort, el mensaje es claro, para ser bueno no hay que ser un santo y disentir no es un pecado mortal. Además las consecuencias de las acciones siempre son claras y hay que asumirlas, es al final una actualización de las historias infantiles/juveniles de siempre.

En el centro de los personajes están sus motivaciones, entendemos porqué Neville quiere destacarse o Ron sigue siendo amigo de Harry, sabemos qué los hace actuar e independientemente de lo correcto o no de sus acciones, entendemos porqué, en ningún momento te hace pensar que están fuera de personaje.

5) El malo más malo 

Así como los protagonistas y los buenos tienen matices, Voldemort no tiene nada más que ser malo. Rowling sabe lo quiere representar en él y no le da un pasado horrible ni un amor imposible, ni ninguna otra característica redentora. Así, no cae en la trampa de Darth Vader y aunque yo no crea en los malos malvados, Voldemort no se hace caricatura porque sus motivaciones son transparentes y su objetivo es uno solo. Hoy en día todos los villanos de película tienen un pasado trágico que los justifica al punto que ya es un cliché, por eso Voldemort se parece al Joker de Nolan, no intenta relacionarse con nosotros para entenderlo y disfrutarlo.

Lo Malo:

1) Se volvió demasiado oscura 

Hay que aclarar que desde el primer libro ocurren cosas oscuras y violentas, después de todo un Voldemort lisiado se come a un unicornio e intenta matar a Harry Potter de todas las formas posibles, sin embargo, siempre había algo ligero e infantil en el ambiente, una rana de chocolate o fotos que se mueven, habían juegos, competencias y situaciones que decididamente no eran de vida o muerte. Luego del cuarto libro eso cambia, ahora hay torturas, secuestros, intolerancia, gobiernos fascistas, censura y otro largo etcétera que opacan todo lo que hacía a la historia fresca y divertida. Un momento divertido acá y otro allá como para aligerar tensión, pero en general es díficil tener un buen rato mientras Harry escribe con sangre "no debo decir mentiras".



2) Demasiados libros/películas

A diferencia de lo que pueda parecer por lo largo de este post, me gustan las historias breves, habiendo leído y visto todas las películas de Harry Potter con honestidad digo que menos es más. La historia cabe perfectamente en 4 o 5 libros, una buena edición nos habría evitado el 5to libro y posiblemente el 6to también. Totalmente innecesario también que las últimas dos películas sean de la misma novela. Con sacar el asalto a Gringotts y toda la parte de los hombres lobos se habrían ahorrado fácil 40 minutos de película que no aportan nada.

3) Las últimas películas son mejores que los libros

Los primeros tres libros son cortos, van al grano y no siguen un arco épico de salvación mundial, las historias están concentradas aunque sin perder el hilo narrativo, pero luego del cuarto, el libro de transición de la serie, todo se fue convirtiendo en una epopeya y por consiguiente toda la historia gira en torno a Harry y su inevitable confrontación con Voldemort, entonces se hicieron intolerables las partidas de Quidditch y las ranas de chocolate, lo importante era la resolución. Las películas sabiamente se curaron en salud y recortaron toda la paja, dejaron la acción y los momentos clave, entonces un libro tan aburrido como La Orden del Fénix se convierte en una película entretenida y bien hecha.

4) Banaliza la muerte

Cuando en El Caliz de Fuego muere Cedric Diggory (interpretado por Edward Cullen por si quieren verlo morir) es un shock, de repente este universo de magos y hadas se vuelve real, la muerte existe, está ahí y es una posibilidad. Luego se muere Sirius sin apenas haber desarrollado el personaje y ya para el último libro se han muerto no menos de diez personajes, con cada muerte se va volviendo menos interesante y menos importante, la gente muere y ya, no pasa nada, no hay duelo ni pérdida. Simplemente es terapia de choque barata, lo que me lleva al siguiente punto.



5) Los giros a lo Shyamalan y las historias forzadas

Entiendo que los giros son los que ayudan a mover la historia y le dan sustancia, pero no se puede basar toda la historia en ellos, tampoco se pueden hacer giros dramáticos solamente para que calcen en el arco grande. Hacia el final ya se veían venir cuáles era los giros que iba a tomar la historia o estos eran introducidos a la fuerza. En todo caso,  mi impresión es que Rowling se acorraló y en su afán por presentar una historia "redonda" terminó por atar los cabos sin importar si lo hacía de forma lógica o elegante. La historia tomó matices épicas sin necesidad y opta al final por un epílogo que lamentablemente no deja entrever nada acerca de las consecuencias personales y globales del retorno de Voldemort.

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